Si la realidad más próxima al ciudadano no cambia, de poco sirve la transformación. El cambio compete al individuo, y otro tanto a sus correlacionados, es decir, las cosas que ocurren en nuestras vidas son originadas por nosotros mismos, como nuestros actos, decisiones y pensamientos, pero otra parte de lo que nos influye se debe a lo que hacen nuestros familiares, pareja, amigos, compañeros, instituciones y gobernantes.
Los efectos contundentes de una transformación no se pueden constatar en lapsos tan cortos, como lo es un año, sino que son revoluciones que a largo plazo se pueden cuantificar. El cambio sistemático ocurre al inicio de realizar algún ajuste, pero el impacto que se produce brinda fruto en el desarrollo.
¿Por qué escribo esto? 🤔
R: Porque el pueblo mexicano está atento y alerta de lo maravilloso que es estar en una transformación nacional. Todos los sectores de la población tenemos la mira en las decisiones del Gobierno Federal, sobre todo en las que más nos puedan impactar a cada quien.
Hace días estuve charlando con señores de comunidades lejanas a nuestra capital; todos ellos, ya entrados en edad, fieles ciudadanos conformes con la labor presidencial de Andrés Manuel López Obrador.
Ellos, desde su visión individual y colectiva, saben que el Presidente está «limpiando la casa», y en el propio acto, están saliendo todo tipo de «liendres, sabandijas, alimañas y fantasmas» que saquearon por décadas a México.
Tienen la firme convicción de que el Presidente está haciendo lo mejor que puede con lo que tiene.
Les hablo de señores campesinos, comerciantes, ganaderos, que trabajan diario, que ganan su dinero honradamente, y que también, muchos de ellos migran al país del norte para trabajar por una temporada y regresar «al terre», como suelen llamar al lugar que los vio nacer.
Escucharlos me hizo pensar en todo lo que ha pasado desde el 01 de julio de 2018, y cuestionarme varias cosas:
1.- ¿Vamos bien?
2.- ¿Nuestro voto valió la pena?
3.- ¿Realmente está ocurriendo una 4T?
4.- ¿Qué hay con los que dicen que no? ¿Quiénes son?
5.- ¿Por qué protestan los individuos, si estamos en tiempos de auge?
6.- ¿Todo el que protesta es opositor?
7.- ¿Qué cosas no alcanza a ver este cambio?
8.- ¿Qué sectores están siendo violentados?
9.- ¿Qué hay del influyentismo, el amiguismo y la corrupción en personajes de la 4T?
10.- ¿Qué nos depara el futuro? ¿Habrá más desarrollo y menos violencia en 2020? ¿Habrá más empleo, más crecimiento y menos deuda en el siguiente año?
Sin embargo, si las interrogantes ya están, claro que puedo responderlas de acuerdo a mi visión:
• ¿Mi voto valió la pena? R: Por supuesto, para mí, Andrés Manuel fue la mejor opción de entre los demás candidat@s.
• ¿Qué cosas no alcanza a ver este cambio? R: Muchos creímos que con la llegada de López Obrador a la presidencia, todos los problemas cambiarían en automático (en un chasquido de dedos), y no; la organización ciudadana sigue y debe continuar, tenemos que seguir reuniéndonos para platicar, debatir y proponerle a los tres niveles de gobierno las problemáticas y soluciones en nuestros barrios, colonias, comunidades y municipios.
• ¿Qué hay del influyentismo, amiguismo y corrupción en personajes de la 4T? R: Por obligación, estamos comprometidos a cuidar los bienes de nuestra nación, y éstos no sólo son el petróleo y demás recursos naturales, sino también, las instituciones, y si cualquier personaje, (sea o no sea de la 4T), denunciémoslo ante las instancias correspondientes, con pruebas reales y fidedignas, así sea el mismísimo «Juan Charrasqueado»; el que se atreva a delinquir con lo público, que se atenga a las consecuencias. El caso es: cero tolerancia a la corrupción comprobable, (nada de dimes y diretes).
• ¿Qué nos depara el futuro? R: Soy partidario de la causalidad, no de la casualidad. México es un reflejo de lo que hacemos los mexicanos diariamente. Contamos con un compendio moral que nos han sido inculcado, y que hemos modificado al crecer… hagamos el bien para los demás, para que exista el bienestar general. Con sólo: No Mentir, No Robar y No Traicionar al otro, el cambio es enorme, ahora si lo aplicamos cien personas, mil, un millón, millones. Todos podemos siempre mejorar algo en nuestro ser.
Aprovechemos esta mentalidad colectiva de renovación, impulsemos nuestra obra diaria en un progreso que nos ilumine mejor a todos. Decía un Director que tuve hace años:
«Al brillar uno solo, brilla la escuela completa, y la escuela somos todos».
Lo mismo ocurre si somos padres ejemplares, hijos atentos, hermanos solidarios, matrimonios amorosos, amigos y compañeros leales, trabajadores destacados, militantes justos y ciudadanos honestos. ¡Seámoslo! Este es mi mensaje que quiero compartir con todos ustedes, en este 2019 que termina, y 2020 que está por nacer.
También, que el próximo año en sus hogares haya salud para trabajar, amor para compartir, gratitud para quien nos ayuda a aminorar las tareas cotidianas, alegría y sonrisas para convivir en nuestros viajes, así como el capital justo para solventar cualquier necesidad material que se nos presente.
Afectuosamente, Daniel Enríquez Robles.
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